No queda nada, ni un ápice de su recuerdo. Ni una nota merodeando por la habitación, intentando quedar en el papel pentragramado. El último beso pereció y los abrazos fueron devueltos. Las fotografías sin sonrisa. Suena una melodía en tono menor y los grillos la acompañan esperando la madrugada.
2 comentarios:
ummmm... esto me suena a que deberías estar componiendo un nocturno en re menor (que es bien aguevadón) para piano (por aquello de las estudiadas q te atormentan) con acompañamiento de grillos (pa meterle un toque más contemporaneo)
un abrazotote! si no comento es x culpa del reader, jejeje... pero siempre leo, eso sí!
Hermoso, bravo :)
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